Hoy miro a vuestros rostros:
siento una gran alegría
de poder disfrutar con vosotros
la importancia de este día.
¿Y ahora qué vais a hacer
sin estúpidas normas ni estigmas,
sin el temor a hacer el ridículo?
Seguramente disfrutar del placer
que os dará la vida,
el placer de ser jóvenes en el mundo.
Que vivan la juventud y la inocencia,
la imaginación y la sencillez!
Que vivan los jóvenes:
los adultos nos hemos echado a perder...
Pero si miramos sin vértigo nuestra edad
y somos capaces de gozar como vosotros,
eso será el reflejo
de que hemos vencido a la sociedad.
Pues no hay edad para ser joven,
no hay edad para el disfrutar.
Por favor: que no os contaminen,
sed libres como el mar.
Y ahora a reir, correr y saltar,
que el futuro está ahí afuera
y que todo está por empezar!
La vida es una gran vuelta,
y hoy acaba una etapa.
Que no os venza la desgana:
que encontraréis puertas abiertas.
Sed profesionales,
valientes,
creativos
y fuertes,
que fácil es la tentación
del aburrimiento,
el apalancamiento
y la desmotivación.
Quizás os hayamos enseñado
y vosotros hayáis aprendido...
(a ti Juan Corro te pido
que practiques más el nado).
Este verso no es copiado,
es fruto de una preocupación:
la de acabar silenciado,
sin ninguna ilusión.
Ya acabo con esta poesía:
os doy mi agradecimiento
por hacer que cada día
sea un acontecimiento.
Ricardo Pérez
Professor de Cicles Formatius de l'IES CAR de Sant Cugat
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